lunes, 1 de febrero de 2010

Afilando cuchillos

Hace una semana llegó al fin la piedra de afilar:


La aventura comenzó tras una búsqueda, hace cerca de un año ya, sobre la técnica correcta para afilar un cuchillo. No, en realidad la aventura comenzó antes, cuando Alejandro Romanelli, mi compañero de oficina durante la primavera boreal del 2007, explicaba en pocas palabras, una chaira no afila. Sólo asienta el filo.

Quedé tan extrañado por aquello, que no acerté a preguntarle como afilaba sus cuchillos para las parrilladas de su Uruguay natal. Y como estaba yo en la búsqueda de unos cuchillos de buena calidad para mi casa, compré una chaira.

Cuando no haya más filo que asentar, ya debo haber resuelto el problema de afilar.

Y así ha sido. En esto de la técnica para afilar un cuchillo, mi profesor favorito es Grocery Guy y su fabuloso corto al respecto, hecho en colaboración con André Sala.

He seguido sus instrucciones lo más fielmente posible. La piedra, comprada en internet. Se moja bien (yo la dejé sumergida un día entero) y se dispone en una superficie firme.


Manteniendo la hoja del cuchillo a un ángulo constante, se desliza por la piedra suavemente, dejando que la piedra y el agua hagan el trabajo.


Nos recuerda, usa unos cuchillos baratos para aprender la técnica. Creo que mejoraré. Hay un detalle que no resolví viendo la clase de este Guy, ¿cómo tratar las curvas del filo? Él afila un cuchillo de borde recto.

A manera de primera solución, decidí comenzar a deslizar desde la punta, cambiando la zona de contacto hoja-piedra al avanzar y manteniendo un dedo como pivote.


Insisto, creo que mejoraré.

3 comentarios:

oliverio dijo...

por qué no compras el gynsu 2000 que supuestamente nunca pierde el filo :P

José Antonio dijo...

Oliver: ¿Qué tendría de divertido? ;-)

miguel angel dijo...

sospecho que más que a partir de los recursos videográficos, una aproximación fenomenológica será la que conduzca a ese anhelante deseo expresado en el "mejoraré"
ojo eso sí, con la aproximación, no sea que el "fenómeno" sea más bien un dedito menos.
la última foto es una oda al movimiento y el paso del tiempo. celebro la creatividad.