viernes, 29 de junio de 2007

Madrid. Un encuentro peligroso

Este fin de semana se llevará a cabo una reunión secreta en la capital española. La cercanía de otros eventos, como la salida de Capello o el desfile del orgullo gay europeo, no son más que algunas coincidencias, que estos intrépidos (ya-no-tan) jóvenes aprovecharán como cortina de humo para despistar de su presencia. Informaciones abundantes sobre actos anteriores, así como innumerables pistas falsas, proliferan en la red con el paso de los días.

Pero ésta no es una pista falsa. En realidad "La Reunión de Madrid" comienza hoy, amig@s lectores.

De seguro recibiréis noticias. Cuidado.

Hablando más en serio. Salgo a Madrid en unos minutos. Es un encuentro peligroso, porque hoy es la fiesta muestra-bebe de Isabel. En la que no estaré presente (por estar en otro país). Siempre estaré en espíritu, pero se me hace más difícil presentarme espiritualmente mientras viajo, y por eso debo atenerme a las consecuencias. He ahí el peligro.

Como si esto fuera poco, Roxi cumple años el domingo y no he comprado su regalo :-(

Prometo llevarlo cuando regrese. ¡Feliz Cumpleaños!

miércoles, 27 de junio de 2007

El muestra-bebe




Nada que agregar. Allí les esperan mis muchachas.

domingo, 24 de junio de 2007

La noche de San Juan


Este fin de semana he asistido a la celebración de la Noche de San Juan, en la playa la Malvarrosa de Valencia.

Es una fiesta de esas, cuyo origen se olvida en el tiempo. Las gentes de entonces se reunían para celebrar el solsticio de verano en la noche más corta del año. El porqué de ello es algo que se entiende perfectamente asomándonos en las fiestas de hoy.

Para entenderlo, no tan perfectamente, están todas esas historias de cultos a antiguas deidades "paganas". Indudablemente, tal culto existió. Indudablemente, el catolicismo le encasquetó al pobre San Juan la organización de la fiesta bajo la nueva administración.

San Juan debe haber pensado, "como me han liado estos tíos, me harán perder la cabeza". Y es que a quién se le ocurre organizar una fiesta en la playa el día de su cumpleaños, es una locura. A quién se le ocurre no ir a una fiesta en la playa el día del cumple de San Juan, es una locura.

Evidentemente, el asunto se le va de las manos al pobre SanJu. No se le puede negar que es un "tío" bien tolerante. A pesar de encontrarnos bajo una nueva administración, sigue permitiendo que se lleven a cabo "mogollón" de "chorradas" bien paganas. Danzas en torno a hogueras; bañitos rituales en el mar, entrando de espaldas y saltando siete olas a continuación; papelitos con escritos para olvidar y que arderán en las hogueras, etc. Me imagino que lo de los bañitos es la parte que el santo domina mejor, por su conocida afición a los bautizos.

La fiesta se mostraba como un festival de alegría de estación. De la estación más alegre, el verano. Cuando los cuerpos están más felices y la presencia de otros cuerpos felices, frescamente vestidos, aumenta la felicidad aún más.

Puedo declarar que tuve visiones bastante felices durante mi paseo por una playa colmada de adolescentes.

Salvando las distancias técnicas, creo que la fiesta siempre ha sido la misma. Un montón de carajitos que toman una excusa cualquiera para armar tremendo "botellón" en la playa. En la época más feliz del año.

domingo, 17 de junio de 2007

Sagunt, la judería, el circo y el teatro romano


Este fin de semana he acompañado a Hector a Sagunto, un pueblo al norte de Valencia. Un lugar con mucha antigüedad en sus piedras. Dos pequeños museos llenos de epígrafes romanas, hebreas y hasta alguna griega "coleada" por ahí; una muy común fortaleza en la colina; un teatro y un circo romanos y una muralla para la cuidad. Al igual que en otras ciudades vecinas, sus piedras delatan el paso de distintos moradores, cómo se trataron entre sí las gentes que coincidieron y cómo trataron los nuevos a los ya no estaban.

En el caso de Sagunto tres hechos me han llamado la atención.

El primero: Una entrada de la antigua Judería o barrio judío que ha permanecido hasta hoy, obviamente integrada a las nuevas casas. Además, la antigua sinagoga, convertida en ermita, con una tradición asociada a la cofradía que se remonta prácticamente al mismísimo momento de la expulsión de los judíos.

El segundo: la ocupación del terreno del circo romano para destinar sus terrenos al desarrollo urbano en épocas más recientes. Apenas existe la entrada, actualmente en plena excavación para recuperar lo que sea posible de ella. Hay que decir que el nivel actual de la ciudad es entre uno y dos metros más alto que en la época del circo.

El tercero: la polémica reconstrucción del teatro romano.

Con un montón de años encima y habiendo sido el primer edificio en España en ser declarado Monumento Nacional (1896). Fue intensamente intervenido en la década de los 80'. Un trabajo que no ha dejado de generar discusión y que difícilmente dejará de generarla pronto.