lunes, 15 de febrero de 2010

Twitter y tráfico

¿Cómo sacar más provecho a twitter como lugar de consulta de tráfico?

Es un viernes cualquiera de noviembre. Son las seis de la tarde y tengo que ir en carro hasta el Centro Comercial los Chaguaramos. No estoy seguro, en plena temporada de beisbol, tal vez hoy haya un partido Caracas-Magallanes.

La diferencia entre el haber o el no haber puede traducirse en una hora más en mi carro, avanzando 10 metros cada minuto y soportando la impaciencia de los fanáticos, que sólo desean llegar al estacionamiento del estadio. Es un momento en el que quisiera obtener mejor información del twitter.

Twitter tiene un potencial extraordinario para mostrarnos información sobre un tema. Apenas el remitente debe marcar con # la palabra clave de su mensaje. Por ejemplo,

@dad Cola fuerte, sentido este en la #fcofajardo #franciscofajardo

Si no escribe más nada, interpretaremos que la hora corresponde a la del tweet. En caso contrario escribirá la hora:

@dad Cola fuerte sentido este en la #fcofajardo #franciscofajardo 4:30 pm

Si tiene información sobre la causa:

@dad Cola fuerte sentido este en la #fcofajardo #franciscofajardo tostoneros atravesados.

Si considera que alguien quiere saber dónde comprar unos tostones:

@dad Cola fuerte sentido este en la #fcofajardo #franciscofajardo #tostoneros atravesados.

La combinación # (símbolo hash en inglés) + palabra (tag = etiqueta) o un hashtag, permite al sistema encontrar los mensajes marcados con facilidad. Como ha señalado @fpmarin, no es conveniente inventar hashtags con acentos o guiones, tampoco ningún signo de puntuación. Usar una sola palabra es la opción correcta.

¿Cuál palabra usar?

Tanto para marcar como para buscar se recomienda el sentido común. Lo mejor es pensar un poco. Probar varias opciones, ver cual es la más popular y usar esa.

Espero que con el tiempo se consoliden (más aún) listas de hashtags comunes, que permitan estandarizar las búsquedas y la puesta de información.

En este punto pueden ayudar algunas direcciones especializadas. Pueden actuar reenviando la información, agregando el hashtag más conveniente.

Opino que los tweets de tráfico (y temas del tipo acontecimiento local y cotidiano) no deberían ser ReTweet-eados de manera alegre. Ocurre con frecuencia la hacer una búsqueda, que encontramos un solo mensaje repetido una decena de veces, dejando otra información disminuida. Obviamente, la situación cambia si podemos agregar más información u otra etiqueta.

jueves, 11 de febrero de 2010

Historia de la directora de mercadeo

Está un poco cansada. Hoy viene el señor del periódico para lo de la entrevista. Los de los periódicos pueden llegar a ser un fastidio con sus preguntas aleatorias. Sin ningún interés en saber lo que ella piensa. En lo que ella siente relevante. Ellos no saben lo que es relevante, pero lo reconocen cuando lo ven. Piensa que por eso disparan al azar. ¡Qué gran arrogancia! La noticia soy yo, piensa que pensarán.

Su caso es de los peores. Trabaja en una editorial. No es precisamente una fuente de tubazos. Así que espera la llegada de un señor apurado, que preferiría otra asignación, haciendo preguntas sin un plan claro, mirando a través de ella, o simplemente viendo su grabador.

Llega. El tema parece ser el mundo del libro digital. Es que se acaba de lanzar el ipad. Nadie parece recordar que el kindle existe hace algún tiempo ya. Es como si se acabase de inventar la mala costumbre de leer directo de una pantalla. Mientras se inicia la conversación, tiene tiempo de recordar a los de la compañía de la manzana. Esa gente si sabe de mercadeo. Ojalá la contrataran.

La conversación comienza bastante trivial. Va por el camino del libro digital y las editoriales. ¿Cómo están quedando allí?

¿Qué le va a decir? No saben si tienen un modelo de negocio para el mundo digital. Suena mal.

Decide salir del problema de la entrevista aceptando la invitación a hablar de la piratería. Su interlocutor también se ilumina. Claro, la gente se descarga los libros y nosotros tenemos muchas pérdidas.

El discurso del perdedor es justo lo que necesitaba el periódico. Ya no importa la nueva estructura de negocio. Nada servirá por culpa de ellos, ¡bien!

Hablan un poco de números. ¿De qué tamaño es la mordida? Cerca de diez mil títulos en castellano. Existen bibliotecas virtuales que mantienen todos esos libros para la descarga. Hay cosas como obras de los filósofos griegos.

Lo hizo. Le dijo lo de los griegos.

Aun cuando obras tan antiguas son de dominio público, algunas de sus traducciones no lo son. Y sí, a Platón le importan las traducciones.

Como es costumbre, el mundo anglo tiene más estadística. Luego de seguir de cerca el comportamiento de unos mil títulos, una firma especializada habría medido unas diez millones de descargas.

Ahora habla realmente emocionada. Sufre una especie de síndrome de Estocolmo. Colabora con su captor. Agrega que las copias descargadas ilegalmente representan perdidas por una cantidad cercana 10% del mercado. Sólo omite que ese 10% no existe, puesto que los libros descargados no se vendieron nunca y probablemente en condiciones normales, sin la oportunidad de descargarlos, se venderían muy pocos.

Para rematar ahora comenta que se debe agregar más valor. Que la gente no descargará la obra pirata, si se le ofrecen regalos adicionales en el producto.

En realidad ella no cree que sea la mejor idea. Siempre ha pensado que las ganancias son más importantes que la cuota de mercado, pero ya no puede parar.

Termina especulando como una buena edición en papel puede evitar que los libros fotocopiados se sigan vendiendo en las calles de algunos países. De nuevo, como si una mejor edición hará que alguien que gana 500 algos al mes, paga 130 por una habitación y otros 130 por la comida, deje de comprar la fotocopia de 10 algos para comprar el original de 20 algos, sólo para recibir un regalo.

lunes, 1 de febrero de 2010

Afilando cuchillos

Hace una semana llegó al fin la piedra de afilar:


La aventura comenzó tras una búsqueda, hace cerca de un año ya, sobre la técnica correcta para afilar un cuchillo. No, en realidad la aventura comenzó antes, cuando Alejandro Romanelli, mi compañero de oficina durante la primavera boreal del 2007, explicaba en pocas palabras, una chaira no afila. Sólo asienta el filo.

Quedé tan extrañado por aquello, que no acerté a preguntarle como afilaba sus cuchillos para las parrilladas de su Uruguay natal. Y como estaba yo en la búsqueda de unos cuchillos de buena calidad para mi casa, compré una chaira.

Cuando no haya más filo que asentar, ya debo haber resuelto el problema de afilar.

Y así ha sido. En esto de la técnica para afilar un cuchillo, mi profesor favorito es Grocery Guy y su fabuloso corto al respecto, hecho en colaboración con André Sala.

He seguido sus instrucciones lo más fielmente posible. La piedra, comprada en internet. Se moja bien (yo la dejé sumergida un día entero) y se dispone en una superficie firme.


Manteniendo la hoja del cuchillo a un ángulo constante, se desliza por la piedra suavemente, dejando que la piedra y el agua hagan el trabajo.


Nos recuerda, usa unos cuchillos baratos para aprender la técnica. Creo que mejoraré. Hay un detalle que no resolví viendo la clase de este Guy, ¿cómo tratar las curvas del filo? Él afila un cuchillo de borde recto.

A manera de primera solución, decidí comenzar a deslizar desde la punta, cambiando la zona de contacto hoja-piedra al avanzar y manteniendo un dedo como pivote.


Insisto, creo que mejoraré.