Recorren la carretera calmados. Cuando algo les llama la atención, el fotógrafo dispara. Así, sin ver a través del objetivo. Al principio no existió siquiera un guión, apenas la intención de capturar alguna instantánea. Hoy en día la agenda es la misma. No saben que les llamará la atención antes de salir. Lo único establecido es que las imágenes registrarán su parte del dialogo con ese amigo que no vino.
Esta vez, el camino va por una hermosa carretera del estado Miranda. Al acercarse a un lugar poblado, la vera se puebla de tarantines con las ventas más variadas. Aquí le tocó el turno a estos típicos titiaros, que compraron en una ocasión y fotografiaron en otra.

¡Mira los titiaros! ¡Párate!
1 comentario:
interesante proyecto de aproximación audiovisual. más entregas plis
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