martes, 15 de mayo de 2007

El río-concepto

Ante las carcajadas de mi super-amiga Ana-C, mi super-amigo Oscar "El kuwaití" Servín me explica que, para el valenciano el río Túria es más bien un concepto. Cuestión esta que ya había notado el autor, al observar ese peculiar valle que atraviesa la ciudad y que los "locales" llaman "el río".

Pero la cosa va más allá. Me aclaran que en realidad ese es el antiguo curso del río, que en realidad ha sido desviado y su cauce ya no sigue el camino dentro de la ciudad. Y resulta que el río desviado es otro concepto, más o menos igual que el anterior.

Un gran embaulamiento, muy amplio y seco, es salvado gracias a la ayuda de largos viaductos. No importa que es lo que tú consideres largo para un viaducto, el cauce del río abajo tiene 175 metros de ancho y se ve seco, ok?

Al cruzar un puente así, mi contexto venezolano me pone en la circunstancia de tener que pensar: tal vez Vargas necesita embaulamientos aún mayores y puentes más largos sobre ellos.

Y es que en estos días me está tocando vivir en una ciudad con temor a las crecidas. Según me ha explicado mi colaboradora Marián, los ríos aquí pueden estar secos durante muchos años. Sin embargo, el fenómeno meteorológico de la gota fría generará grandes lluvias que inundarían gravemente la ciudad.

La solución valenciana: un curso nuevo, desviado fuera de la ciudad y con un caudal máximo estimado de 5000 m^3/sg. Un 35% más que el caudal alcanzado en su última gran crecida, en el año 1957.

1 comentario:

Angel dijo...

Te puedo comentar gracias a los 14 años que viví en el Levante español, que el tema de las riadas era algo bien serio y temido. Creo que la primera vez que sentí miedo de verdad fue cuando anunciaron que tendriamos la primera de las riadas que me tocarían pasar en Murcia. Recuerdos vívidos tapiando todas las puertas y accesos de la casa con bloques y mortero, montando el Land-Rover sobre burros en la parte más alta del patio y esperando...esperando porque aquellas riadas eran "controladas", porque se sabía la hora aprox. de llegada ya que abrían las compuertas de las represas ante el peligro de su derrumbe. Ver como al final de tu calle empezaba a asomar el agua y se acercaba sin parar te dejaba frío. La pregunta era hasta que nivel llegaría. El recuerdo de las zodiac pasando por la puerta de casa siempre me acompañará.
La segunda riada en el 87 fue toda una prueba; mi padre ya estaba en Venezuela.
Un abrazo