miércoles, 11 de julio de 2007

Fútbol, beisbol y otras fuentes de problemas

Lo siguiente es una reflexión personal realizada hace algunos meses. Es probable que haya cobrado cierta vigencia en los últimos días. Por ello, me atrevo a compartirla con ustedes, mis apreciados lectores.



He descubierto, tarde en la vida, que el deporte es una cosa muy complicada.

Desde niño y hasta no hace muchos años fui Madrilista y Magallanero. Mis dos pasiones, el fútbol y el beisbol me llevaron en varias ocasiones a sentirme muy mal. En particular cuando mis equipos en cada renglón no lograban las metas deseadas. En el caso del beisbol hay que recordar que los '80 no fueron especialmente "leves" con los muchachos del barco. Así entonces mis despechos eran, para decir lo menos, frecuentes.

Pero la cosa era sencilla, de alguna forma era infantil. Hay unos enemigos y es preciso vencer o morir. Podía ser El Caracas o La Guaira BBC. Podía ser el Barcelona, el PSV el Bayern o algún equipo italiano. Era simple.

Hoy en día me consigo en situaciones que no habría esperado. El deporte es cuestión de ideologías y propaganda.

Está bien, ya se que tú sí lo sabías. O que lo sospechabas. Pero no deja de sorprenderme el nivel de sofisticación argumentativo con el cual, algunos amigos y conocidos, pretenden justificar sus preferencias en los deportes. Además de las críticas que hacían de las mías.

"Tú eres del Real Madrid?"

Debo confesar que me hizo daño la pregunta y el tono. Viniendo de un español, apreciado y progresista, sentí que me hubiese preguntado la misma cosa cambiando la parte de "Real Madrid" por "Franquista". Fue algo de terror.

Bueno. En realidad rompí con el Madrid cuando se trajeron a Beckham porque me pareció, sin desmedro de la calidad del jugador, el colmo de la mala administración de un club.

Hoy en día, no tengo afición por ningún equipo en la liga española. Y en general por ningún equipo en ninguna liga.

"Cuba tiene que ganar el mundial de béisbol"

Esta afirmación viene seguida de una explicación muy racional (muy Ramonet, pues) que ahonda en el hecho de un país chiquito y otro grande, bla, bla, bla.. ustedes se saben el resto del cuento.

¿Qué coño tiene que ver eso con el verbo tener de la frase entrecomillada?

No te preocupes, yo me se la respuesta.

En el mundial de Beisbol en particular viví, junto a algunos millones de co-nacionales, la emoción negativa y destructiva relacionada con el hecho de que tu selección tenga amplias posibilidades de ganar. Muy al estilo de la "furiosa" selección ibérica el equipo sólo llegó a segunda vuelta. Y, para decirlo correctamente y en slang: de vaina.

De pronto me descubrí criticando al técnico de la selección. Pidiendo que lo botaran, que trajeran a otro. Hablaba con más interés de esas cuestiones que de las deficiencias en el transporte público en Caracas. Evidentemente estaba enajenado.

Afortunadamente la selección venezolana fue eliminada. Esta experiencia fue enormemente enriquecedora para mi. Desde esa posición fui capaz de evaluar mi actitud más fácilmente. Entonces decidí hacer la diferencia y alejarme de las transmisiones de competencias deportivas. En particular, de las de talla mundial.

Si crees que estoy escribiendo pendejadas, seguramente tienes razón. Sin embargo, te recuerdo que existió una Guerra del Fútbol. Y si bien es cierto que la guerra tuvo otras causas, fue la histeria fanática la que precedió la llegada de la sangre al río.

Por ese relato y todos los demás que contiene el libro, no vacilo en recomendarte La guerra del fútbol de Ryszard Kapuscinski.

Hoy en día sólo veo, de vez en cuando, el fútbol de la liga inglesa. No hay pasiones, sólo espectáculo. Les confieso que hasta me gusta el juego.

"¿Que te gusta la liga inglesa? No te puede gustar la liga inglesa. !No te puede gustar nada inglés!"

¡Joder, ahí vamos!

6 comentarios:

Unknown dijo...

Estoy de acuerdo contigo amic. El deporte es mucho mas que una actividad fisica libre de politica. El ejemplo mas claro de esto, son los juegos olimpicos durante la guerra fria (occidente contra los paises comunistas encabezados por la URSS). Hoy en dia tambien vemos los mismo. Creo que parte del exito de los grandes eventos deportivos es que involucran las pasiones politicas de los fanaticos.

Adeu

José Antonio dijo...

Gracias por tu visita amigo Hender:

La deriva propagandística (y comercial, tema que no toqué) son el punto triste del asunto.

El deporte es un paradigma de la vida sana. Pero esto sólo será efectivo, cuando lo ejerzamos en primera persona del singular. Nunca sentados en un sofá, cultivando ídolos y proyectando ideologías. Pues estas actividades le serían ajenas.

Más carrera y menos Beckahm, ¡hala!

Ana Daniela dijo...

Hola bichito!

Estoy de acuerdo en lo que dices, aunque yo en particular no me he desentendido del deporte. Quizás soy cínica, o ingenua... Intento ver el "show" porque disfruto de los juegos bonitos, de las buenas estrategias (de hecho lo veo todo, menos boxeo, todo) pero intento pasar de lo político y partidista. Muchas veces me veo bajando el volumen para no escuchar los tontos comentarios (a mí parecer) de ciertos expertos analistas y comentaristas de según qué canal, que hace propaganda a según qué ideas....
El marketing e ideas políticas que hay detrás del deporte y más en los grandes eventos son insoportables, indigantes y diria que hasta amorales; pero están ahi. Y no puedo cambiarlo, ni controlarlo. Solo intento enfocarme en un buen partido, una buena carrera y pasar de lo demás de una forma cómoda, ingenua, cínica (no lo sé, quizás un poco de todo).

Sigue escribiendo que seguiremos compartiendo. Un besoooote. Cuidate mucho y besos a tus mujeres!!

José Antonio dijo...

Epale Anechu, gracias por compartir por acá.

Como hemos conversado antes, mi caso es sólo una rebelión personal. No está de más.

Solmar Varela dijo...

Muy bueno, profesor!!!

José Antonio dijo...

Gracias Solmar